El mercado del automóvil sale de la crisis. Los trabajadores chinos ya están dándolo todo para que las fábricas alemanas y japonesas puedan producir sus vehículos, por lo que hay suficientes piezas con las que fabricar y, por lo tanto, vender.
Antes de terminar 2022, ya se registraron cifras muy positivas que dejaban claro que la industria se estaba recuperando. En medio de ese frenesí de ventas, de “vamos a comprar un coche como regalo de Navidad para Pablo”, Toyota ha sido el nombre que más ha brillado en los últimos meses.
A la empresa japonesa le “resbala” la inflación. En España tiene una gran cantidad de seguidores esperando impacientes a hacerse con sus coches. Pero, más importante, ¿sabías que como curiosidad Toyota fue fundada por un empresario llamado Kiichiro Toyoda?, ¿y no habría sido más lógico llamar a la empresa Toyoda?
Pues habría sido lo lógico, pero un cuñado cambió la historia. En sus orígenes, Toyota era conocida como Toyoda. Con el paso de las décadas, cuando el padre del fundador de Toyota ya había inventado alguna que otra máquina, llegó Rizaburo Toyoda y puso la pelota en juego. Este no era un Toyoda real, sino que obtuvo el apellido al casarse con una mujer de la familia.
Con él al frente de la empresa, Toyoda anunció un concurso para elegir un nuevo logo para la compañía y, curiosamente, el logo que más le gustó fue uno que se leía como Toyota. Se justificó en que tenía los trazos de la suerte en japonés y que, además, los kanjis de Toyota tenían un aspecto anticuado que habrían afectado al negocio.
Y así fue como Toyoda se convirtió en Toyota. Volviendo a la noticia, en noviembre Toyota tuvo un 11% de la cuota de mercado y no es algo que ocurra por primera vez. Aunque, eso sí, el coche más vendido de España está siendo el Fiat 500.