El nombre de Just Eat tiene un peso enorme en la historia del delivery en España. No obstante, la plataforma podría estar obteniendo mejores cifras económicas si no estuviera sufriendo, tal y como mencionan, una competencia injusta por parte de rivales que no cumplen con la normativa como sí hacen ellos.
Las declaraciones que llegan a la prensa desde Just Eat en España suenan a lloros y lamentos por estar luchando en un David contra Goliath al que no acaban de ver la salida. Dicen que la competencia a la que se enfrentan es irracional, puesto que sus rivales están pagando tres veces menos que ellos. Eso les proporciona unos márgenes de ganancias a los que Just Eat no puede llegar ni con todo el esfuerzo que inviertan.
Se quejan de afrontar unos costes mucho mayores que los de su competencia y de cómo, por cumplir las normas, están viéndose afectados. Al mismo tiempo, le ponen un recado al gobierno para que actúe y se ocupe de que, por fin, empresas rivales como Glovo comiencen a pagar lo que tienen que pagar o que, al menos, se enfrenten legalmente con las consecuencias de ello.
No obstante, reconocen desde Just Eat que España no es su principal mercado y que hay otros países donde la situación es muy distinta. Por ejemplo, países de menor tamaño y cantidad de personas, como Países Bajos, acumulan más pedidos para Just Eat que lugares de negocio más potencial como España. Posiblemente la situación haya cambiado mucho desde años atrás, puesto que con anterioridad Just Eat jugaba prácticamente en solitario en España. Con el paso de los años han llegado servicios alternativos y la filosofía del rider ha hecho que sus rivales se expandan con fuerza.
Hoy por hoy, Just Eat espera que cambien las cosas un poco en España para que la situación mejore para sus cifras de ingresos. Eso también favorecería a que la inversión en nuestro país aumentase.