En estos tiempos no hay que arriesgarse a nada. Y eso es algo que saben muy bien quienes iniciaron una campaña de desprestigio contra el millonario Louis Bacon. Tras los juicios pertinentes, no solo ha ganado, sino que va a recibir una indemnización enorme.
El conflicto que se había producido tenía dos lados. Louis Bacon ha sido la víctima, mientras que la persona que atacó su dignidad y su prestigio fue otro magnate, en este caso Peter Nygard. El enfrentamiento entre ambos millonarios ha hecho mucho ruido no solo por el conflicto que supone, el cual no interesa tanto como sus implicados podrían imaginar, sino por el ejemplo que da.
Porque, a la vista de lo ocurrido, es obvio que, a partir de ahora, van a ser muchas las personas del sector profesional las que se piensen dos veces el realizar un ataque de esta categoría contra sus rivales o “enemigos” dentro de la industria. El intento de desprestigio que hizo Nygard se elevó a un nivel tan alto que la imagen de Bacon se vio duramente alterada de manera pública.
Ya se sabe que, en estos tiempos, la imagen pública puede cambiar de la noche a la mañana de una manera inesperada y ser la base que genere muchos otros problemas. Por ello, Bacon no se quedó impasible ante lo que estaba pasando y elevó el problema a una disputa legal de altos vuelos. Al final, su ejemplo servirá para muchoos otros casos de similares características.
Y hay que tomar nota de la conclusión del juicio, porque Bacon ha obtenido una compensación de 203 millones de dólares que se abonan como daños y perjuicios por lo ocurrido. La situación servirá de ejemplo para muchas empresas que están en competencia directa y que, en más de una ocasión, quizá han superado las barreras de lo políticamente correcto.