El periodo más duro de la cuarentena y el confinamiento ha hecho mella de forma considerable en las tiendas de ropa tradicionales que venden de tú a tú. Los comercios vacíos y la situación general por la que pasa el mundo han llevado a que hasta Inditex se vea obligada al cierre de tiendas de Zara, algo que todavía no había ocurrido nunca en un contexto tan grave como el actual. Pero mientras las tiendas clásicas sufren, las que ofrecen su servicio online se crecen.
La mejor forma de ver el empujón que el coronavirus le ha dado a los negocios de ropa online la encontramos en los resultados en Bolsa de algunas de las entidades principales del mercado. Es el caso de Zalando, una empresa que seguro que os suena porque ha sido recurrente en campañas televisivas durante varios años. Su valor en el mercado ha aumentado alrededor del 40% en este año 2020 tal y como registra el Stoxx 600. Nunca hasta este momento había llegado tan alto.
Lo mismo ha ocurrido con otro de los representantes de la venta de ropa online: Boohoo, aunque en este caso el crecimiento ha sido del 23%. En comparación a Zalando parece reducido, pero una subida de esta categoría no deja de ser una noticia espectacular para los accionistas de la entidad.
Hay diversos aspectos que han llevado a que las tiendas y los bazares de ropa online se hayan convertido en las nuevas tendencias de moda del mercado. Lo primero es que como decíamos antes, el confinamiento ha empujado al público a esta forma de comprar. Con ello se eliminan los tabús que existían desde hace tiempo respecto a dar el salto a la red.
Lo siguiente que ha ayudado a estos comercios es cómo en los últimos tiempos han cambiado sus políticas respecto a factores que les hacían incrementar su volumen de gastos de forma nociva económicamente. Principalmente dos elementos han cambiado y que han dejado de ser gratuitos: los gastos de envío y las devoluciones.