Alguien en Frigo decidió que sería buena idea eliminar el castellano de los carteles promocionales en toda Cataluña. En vez de seguir mostrando el castellano y el catalán, lo que hizo la compañía fue introducir sus carteles en catalán, inglés y alemán. Pero la idea no cuajó entre los consumidores y desde las redes sociales se inició una campaña de boicot a la marca.
La buena noticia es que Unilever, la compañía que gestiona la marca Frigo, tomó buena nota de lo que estaba pasando. Debido a ello ha anunciado que el castellano volverá a los carteles, por lo que todo regresará al punto en el que estaba con anterioridad y que, tal y como reclaman los consumidores, nunca debería haber cambiado.
Desde la empresa se han defendido indicando que a sus clientes, las tiendas, bares y otros lugares donde se comercializan sus helados, siempre se les ofrece la posibilidad de solicitar la cartelería en catalán o castellano y no suele ser habitual que se opte por este último idioma. Por otro lado, también indican que las leyes estipuladas por el gobierno solo obligan a mostrar todos los carteles en catalán, pero no se indica nada del castellano. Por este motivo hay empresas que directamente evitan imprimir esta cartelería en castellano a fin de ahorrar recursos (en el caso de aquellas que son inpendientes en catalán o castellano).
El caso ha generado una gran crispación entre el público y también ha provocado opiniones entre especialistas del sector e incluso políticos. Se ve la maniobra de Unilver como una osadía que no juega limpio con el mercado y que sobre todo pone en riesgo miles de puestos de trabajo. No obstante, con la decisión que han tomado y la declaración que han hecho en última instancia, da la sensación de que han aprendido la lección. Posiblemente solo olvidaron momentáneamente que el 51% de la población de Cataluña usa el castellano como idioma principal.