A ningún fabricante le gusta encontrarse con una situación como esta. Ford ha anunciado que va a tener que revisar casi 3 millones de coches que se han vendido en Estados Unidos. La marca se ve obligada a ello debido a que los fallos detectados no son precisamente como para dejarlos pasar.
Los 2,9 millones de unidades de vehículos que Ford va a tener que revisar pueden estar encontrándose con dos problemas distintos. Uno de ellos es que, mientras el vehículo está parado y estacionado, existe el riesgo de que se pueda llegar a desplazar. Como se puede imaginar, esto supone un gran riesgo, en especial si se llegase a producir algún tipo de choque o accidente. El otro de los posibles incidentes que se pueden registrar entre las unidades defectuosas es un problema con la transmisión. Lo que se han encontrado algunos conductores es que no tienen capacidad para cambiar la marcha del coche cuando así lo quieren hacer.
¿Cuáles son los coches que se han visto afectados? Según ha mencionado la marca, los modelos que pueden presentar este problema son los siguientes: Edge 2015-2018, Escape 2013-2019, Transit Connect 2013-2021, C-Max 2013-2018 y Fusion 2013-2016.
Decíamos antes que los coches afectados se encuentran en Estados Unidos. Pero hay que hacer un especial hincapié y decir que, junto a los 2,9 millones de coches de Norte América, también hay algunos miles de coches que se habían vendido en Canadá. Por ahora, lo que se ha mencionado es que no parece que se hayan vendido vehículos con este posible problema en Europa. Por lo tanto, incluso teniendo uno de los vehículos de la lista, en principio no tendrías nada de lo que preocuparte.
Por desgracia, desde 2018, Ford ha sufrido distintos incidentes de similares características en los que ha tenido que revisar vehículos. No es algo que diga algo positivo de la marca, en la que se ve que hay problemas en la cadena de diseño y montaje.