Competencia máxima en la alta velocidad en España. La entrada en el juego de Ouigo e Iryo ha hecho que el AVE se encuentre en la situación más crítica que ha vivido en los últimos años. Si hasta ahora se encontraba haciendo negocio en solitario, ahora tiene que compartir el pastel de manera inevitable. No obstante, esto podría ser incluso positivo.
Lo que ha ocurrido con la entrada de las nuevas empresas en la alta velocidad española es que el mercado ha reflotado y conseguido volver a ser atractivo para los clientes. Aunque el tren estaba perdiendo cada vez más cuota de mercado debido a la popularidad de los puentes aéreos y los servicios de vuelos baratos, este cambio de rumbo ha hecho que el sector se ponga patas arriba.
A lo que ha llevado la entrada de nueva competencia es a que el AVE pierda esa comodidad que tenía hasta ahora y que sus responsables tengan que mojarse para mantener su presencia en el mercado. Eso se ha traducido en dos cosas: tarifas más baratas y campañas promocionales con las que es posible llegar a conseguir billetes muy económicos.
Y lo positivo es que no se tratan de las campañas de poca confianza que se hacían años antes cuando era muy complicado llegar a conseguir billetes baratos, porque se agotaban pronto debido a la poca cantidad que se destinaba a ellos. Ahora las cosas han cambiado y hay muchas más facilidades para viajar barato en el AVE, algo de lo cual tienen la responsabilidad sus nuevos competidores.
Además, por lo que se está viendo esto va a ser solo el inicio de un cambio mayor que se irá disfrutando en los próximos años. El tren necesita recuperar la relevancia y, para ello, ajustar las tarifas es imprescindible. De ello depende que el público vuelva al tren como medio de transporte principal.