La OMS ha tomado buena nota de los artículos críticos que han sido publicados en The Lancet en los que se remarca el poder que tienen las empresas dedicadas a la producción de leches de fórmula infantiles. Con ello se ha iniciado una batalla que posiblemente tendrá serias consecuencias.
En los artículos publicados se habla de la forma en la que estas empresas de leche de fórmula están utilizando la publicidad con el objetivo de convencer a las madres de que las utilicen en vez de promover la leche materna. Y si bien hay casos de mujeres que imponen su decisión y no dejan de dar el pecho, en otros casos la publicidad sí que empuja a que se cambie el sistema de alimentación del bebé.
La publicidad estaría siendo responsable de parte del proceso por el cual se convence a las madres para que cambien su rutina en cuanto a la alimentación de los niños. Los constantes anuncios publicitarios en televisión y los mensajes que se transmiten en ellos serían los responsables de este cambio de tendencia en comparación con épocas anteriores.
Desde la OMS se fomentan las ideas de las que se hablan en los artículos. Por un lado, que se dejen de utilizar técnicas de venta tan agresivas como las que se están usando en estos momentos. Los anuncios deberían tener más control para que no lleguen a convencer a los clientes del uso de la leche de fórmula. También quieren que se introduzcan más medidas que ayuden a que las madres puedan dar el pecho sin ningún tipo de problema y durante el tiempo en el que lo necesiten.
Pero lograr estos objetivos no va a ser fácil, puesto que se requiere un trabajo conjunto de distintos sectores de la sociedad para defender, ante todo, la lactancia materna, a ser posible, en exclusiva.