Era de esperar que, con la pandemia, las compras online aumentasen de forma exponencial. Si hablamos de los hábitos de los españoles, no solo han crecido las cifras de compras online de supermercado, sino que también lo han hecho las de moda. En la actualidad de cada 10 compras que se hacen en moda, 2 de ellas ya están realizadas a través de la red.
Pero estas cifras no esconden la realidad de un periodo que ha sido muy crudo con el sector de la ropa. En 2020 se redujeron las cantidades de ventas a la mitad, no solo porque no se pudiera ir a las tiendas a comprar de forma normal, sino también porque los ciudadanos han tenido menos ganas de comprar prendas nuevas.
No es algo que se le pueda echar en cara a nadie. El momento no ha sido el mejor como para sentir la emoción de ponerse un pantalón nuevo, un vestido o de estrenar zapatos. Zapatos, ¿Para qué? Es el tipo de pensamiento que nos ha llevado a pensar que, mejor que invertir el dinero en ropa, lo invertíamos en cosas realmente importantes en estos momentos.
En algunos casos lo que se ha extendido es la idea de reutilizar prendas de la temporada anterior que no se llegaron a usar de forma habitual. Todo cambió con la pandemia. En otros casos, se ha recurrido a las tiendas online por la comodidad que ofrecen para probarse prendas y devolverlas en el caso de que no terminen de convencer a los clientes.
Las tiendas y las marcas saben que tienen que reforzar sus negocios online cuanto antes, porque la situación demanda ajustarse a lo que requiere el público en estos momentos. Por eso hay cadenas que cierran tiendas pequeñas y deciden expandir sus plataformas online. Se adaptan para sobrevivir, porque la moda, como cualquier otro sector, ha sido herido durante la pandemia.