Indemnizada después de ser despedida al monitorizar su ordenador

La empresa Amadeus Soluciones Tecnológicas se ha encontrado con un veredicto desfavorable para el juicio que tenían con la trabajadora a la que despidieron después de monitorizar su ordenador. En ese momento se habían encontrado ante serias sospechas acerca del poco trabajo que realizaba la empleada cada día en su puesto laboral.

Debido a las quejas de varios compañeros de trabajo y al comprobar cómo la empleada no realizaba las tareas para las que había sido contratada, la empresa tomó la decisión de poner en marcha un procedimiento interno que les permitiera descubrir qué estaba pasando.

Al hacerlo comprobaron que la empleada, de forma indudable, no estaba cumpliendo con su cometido. Según las estimaciones reveladas por la empresa, la trabajadora solo invertía un 30% de su tiempo en realizar su trabajo.

¿Qué hacía con el 70% restante a diario? La empresa descubrió que lo que hacía era resolver aspectos personales de su vida o dedicar el tiempo a “no hacer nada”. Eso es algo que molestó a los directivos, quienes no dudaron ni un segundo en proceder a su despido.

La trabajadora reaccionó demandando a la empresa, solicitando una indemnización superior a 50.000 euros y que, al mismo tiempo, fuera anulado el despido. Eso significaría que volvería a la oficina con una cantidad fresca de dinero en su bolsillo y podría volver a “no hacer nada” o quizá comenzara a realizar su trabajo para alegría de sus jefes.

El juez ha determinado que la petición de indemnización es excesiva, por lo que ha determinado que, aunque la empleada tiene razón al quejarse por haber sufrido una invasión de su privacidad, la empresa solo debe pagar alrededor de 6000 euros.

Además, el despido no se ha anulado, sino que se ha registrado como un despido improcedente sin derecho a recibir una penalización por lo ocurrido.

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