Adelantarse a los planes que tiene la multinacional de la que formas parte no es precisamente el método estándar de progresar para las filiales. Pero en Heineken España han visualizado con precisión qué es lo que quieren y tienen que hacer para convertirse en líderes en sostenibilidad mundial. Y, con un buen plan, no hay nada que vaya a bloquear su camino.
Las metas que se han planteado en el grupo Heineken para todo el mundo están fijadas para que terminen en el año 2030. Pero, a diferencia de ello, la filial española se marca el objetivo de tenerlo todo hecho para el año 2025.
Para lograrlo tienen que cumplir una serie de retos. Lo más importante es que lleguen al año 2025 registrando emisiones netas de registro cero en el proceso de producción. La buena noticia es que ya tienen el roadmap planificado y que parece que será posible que lo consigan. Además de esto, otro de los objetivos es que la huella hídrica que tengan sea neutra. No obstante, esto último dicen que se cumplirá en este mismo año 2022 respecto al proceso de elaboración de todas sus cervezas.
Otra de las metas es que todas las fábricas que Heineken España tiene en el país dispongan de ese preciado certificado en el que se confirma que no generan ningún residuo que vaya a parar directamente a los vertederos.
Conseguir estos objetivos es crucial para Heineken, que está haciendo uso del eslogan “Decididamente verdes” para mostrar al mundo el compromiso que tienen con la protección del medio ambiente. Quieren que la huella de carbono que dejen sea nula y que también no solo impacten en residuos y agua, sino en la forma en la que interactúan con la sociedad. A la vista de la situación, otras fábricas de cerveza tendrán que tomar nota y comenzar con su trabajo en este mismo sentido.