El espectáculo que está dando Elon Musk en su llegada a Twitter comenzó como una comedia universitaria de Bill Murray y ha acabado transformándose en una auténtica pesadilla. Tanto empleados de Twitter como usuarios, temen que nos podamos encontrar ante el final de una de las redes sociales más prometedoras de la historia. ¿Está el final cerca?
Es difícil saber qué es lo que quiere Elon Musk. Los 44 mil millones de dólares que ha invertido en Twitter se podrían esfumar si continúa con sus decisiones. Dicen que igual lo está haciendo para convertir la empresa en una reducción de impuestos. Pero resulta poco probable, ya que las cuentas no cuadran.
Por ahora, el nuevo mandamás de Twitter, ha decidido unilateralmente que el precio de la autenticación de la red social, la marquita azul, tendrá un precio de 8 dólares. Al principio iban a ser 20, pero estaba claro que esa noticia solo circuló como forma de que luego, el precio de 8 dólares, “no pareciera tan malo”.
Lo que se ofrecde por esos 8 dólares no solo es tener la marca al lado del nombre, lo que resulta más una cuestión de imagen que otra cosa, sino también el acceso a otras características y funciones. Se habla sobre la existencia del Twitter Premium, algo que podría comenzar como un complemento y que no habría que descartar que se termine convirtiendo en la norma.
El mundo no confía nada en Elon Musk. Tanto se desconfía de él que hay quienes creen que Twitter habrá desaparecido en un año o que, en otro caso, el acceso y uso de la plataforma tal y como lo conocemos hoy día, se quedará bloqueado tras un muro de pago.
Todo suena complicado. Por ahora, lo que quiere Musk es llegar a más usuarios y que más personas paguen los 8 dólares. Porque de 8 en 8 se puede hacer una fortuna.