Los sentimientos que produce Agatha Ruíz de la Prada entre la población suelen ser radicalmente opuestos: o la odias o eres un fan loco que tiene la casa llena de «sus porquerías» (tal y como las denominan sus muchos detractores). El personaje que se ha creado esta marquesa y baronesa (a la que le sobran títulos nobiliarios para dar y regalar) es absolutamente vergonzoso y no decepciona en ocasiones especiales como en la lucha contra el coronavirus. Mientras otros grandes empresarios (¡Amancio!) arriman el hombro y ayudan a España, lo que intenta hacer la señora del color rosa es sacar tajada. Y no del gobierno, no de la población, sino de los médicos y enfermeras que están salvando a la población. Ole Agatha Ole, la historia lo recordará.
Lo que ha hecho la mujer, o posiblemente su community manager, porque nadie se cree que la baronesa esté detrás del móvil buscando hashtags y haciendo publicaciones, ha sido publicar en su Instagram una foto muy bonica en la que la vemos rodeada de profesionales de la salud luciendo sus diseños de batas.
Esa imagen genera una reacción, sobre todo por el comentario que la acompaña: «Mis amigos médicos. Mi mayor lujo.». En lo que piensas es en que la diseñadora se ha arremangado y ha enviado batas a los hospitales para que los médicos y enfermeras trabajen poniéndole un poco de color al día, que en estos momentos de incertidumbre y de fallecimientos diarios, no está de más. Pero tal y como acompaña la foto, lo que hay dentro de ella es un enlace directo a la tienda de la artista donde podemos hacer la compra de las batas. Porque eso es lo más cívico que puede hacer ahora mismo la diseñadora: vender. Y dice «mis amigos», casi con recochineo. Como si a tus amigos les cobraras por tus creaciones en momentos difíciles. Y si así es como actúa esta mujer, lo cierto es que no queremos ser sus amigos. Ni nosotros ni nadie.
Ah, y no, la publicación no ha sido borrada horas después. Sigue ahí en su máxima gloria. Lo que parece que ha quitado es el enlace hacia la tienda. Mucha elegancia señora. Por supuesto, sus seguidores y usuarios de Instagram la han puesto a caldo tal y como se merece.