Posiblemente la sociedad tendría que hacer ejercicio de autocrítica y análisis para entender hasta qué punto la lotería juega con nosotros en vez de nosotros con ella. Porque si en tiempos de coronavirus, las colas de Doña Manolita siguen existiendo… es que algo no acaba de funcionar. Y lo cierto es que es así, porque aunque las ventas de lotería estén bajando, las colas siguen ahí.
Al menos hay que reconocer que en las colas que se están viendo en Madrid, se aprecia que hay cierto distanciamiento social entre las personas que están en línea. No hay marcas en el suelo a la vista de que se trata de la vía pública, pero la gente se está comportando más o menos bien visto lo visto.
Otra cosa será si habrá quien aprovechará el distanciamiento social de las colas para intentar meterse de por medio y colarse, puesto que ya se sabe que la picaresca en este tipo de momentos siempre lleva a que haya alguien que intente aprovecharse de la situación.
En el local de Doña Manolita se siente nerviosismo, porque aunque saben que las colas se han formado de forma sólida, pasando de la calle del Carmen hacia la calle Mesonero Romanos, tienen en cuenta las estadísticas en la mano que apuntan a que la lotería ha bajado unas ventas del 30% debido a la crisis de la pandemia.
Por supuesto, hay mucha gente que no tiene el cuerpo para lotería, que no quiere pensar en lotería ahora mismo o que desgraciadamente ha perdido su fuente de ingresos y para lo último para lo que está es para pensar en gastar en lotería. Por no mencionar las miles de personas que han perdido la vida, en especial mayores, que se sabe que es uno de los grupos que más consumen en lotería del país (y posiblemente del mundo entero).